Este documental está dedicado a todas las personas que han luchado de la mano del café a lo largo de más de siglo y medio en nuestra región cafetera y que a pesar de las dificultades, han sabido levantarse y empezar de nuevo.
EL CAMINO DEL CAFE COLOMBIANO
domingo, 26 de julio de 2015
sábado, 25 de julio de 2015
Esta es mi Colombia, Paisaje cultural cafetero
Miles de familias campesinas con su trabajo y empeño, hicieron posible que el café
encontrara aquí la tierra perfecta para su cultivo.
El siguiente video es tomado del canal de youtube "Yo amo el cafe de Colombia"
encontrara aquí la tierra perfecta para su cultivo.
El siguiente video es tomado del canal de youtube "Yo amo el cafe de Colombia"
viernes, 24 de julio de 2015
Antioquia de Colores - Por lo caminos del Café - Marzo 24 de 2013
En la actualidad nuestro departamento está produciendo cafés especiales de alta calidad y busca posicionarlos como los mejores del mundo, por esta razón familias cafeteras como la Araque Osorio , en el municipio de Salgar, tienen en su corazón y pensamiento que cuando se produce el café bajo las técnicas y buenas prácticas, origina grandes beneficios y mejora la calidad de vida- Del mismo modo la familia Arboleda y Caro en cabeza de don Elpidio y don Arcadio, quienes a pesar de las dificultades para transportar su café desde la vereda San Carlos a la cabecera urbana de Urrao, comparten el orgullo de poseer las dos mejores tazas de café de Antioquia de 2013. Sentimiento igual comparten Paula Correa, Wálter y Sandra Patiño en la vereda Potrerito del municipio de Bello, herederos del aroma cafetero, quienes decidieron dar un paso adelante en la producción del café a través de la educación en cafés especiales y formación como baristas del SENA.
Ellos sacaron adelante su propia marca de café: Bellcafé, gracias a lo aprendido. Estas tres experiencias nos llevaran por los caminos del café.Colombia certifica el origen de su café y reafirma la calidad ante el mundo
Colombia ha logrado certificar su café en buena parte de las regiones productoras tras analizar en profundidad sus propiedades bioquímicas, tarea que le ha permitido reafirmar la calidad de su grano como uno de los mejores del mundo.
Esto ha sido posible gracias al trabajo conjunto de la Federación Nacional de Cafeteros, el Centro Nacional de Investigación del Café (Cenicafé) y Almacafé, sociedad encargada de la operación logística que comprende almacenamiento, aduana, distribución y embalaje.
Y para ello se ha utilizado un instrumento denominado "Espectroscopio Infrarrojo Cercano", una especie de escáner por el que se obtiene una huella dactilar del grano que contiene la suma de todas sus propiedades.
Los investigadores han logrado así "analizar el grano sin destruir la muestra", afirmó a Colombia.inn, agencia operada por Efe, Néstor Pérez, químico analista de calidades de Almacafé.
Regiones como Cauca, Huila y Nariño, en el suroeste del país, ya han obtenido la certificación de origen regional; y actualmente trabajan con el café del departamento Santander, en el noreste de Colombia.
Esos análisis distinguen aspectos como cambios de la composición química del grano dependiendo de la región productora, que se observan cuando la muestra pasa por el escáner.
La huella dactilar o espectral se obtiene por medio de la toma de siete fotografías de una muestra de café en grano compuesta por 100 gramos del producto.
Y ese espectro contiene información sobre el clima, temperatura, humedad relativa y brillo solar bajo los cuales el café ha sido cultivado, explicó a Colombia.inn, Uber Posada, investigador de Cenicafé.
Esta tecnología, aplicada previamente en otros países a productos como cereales y lácteos, llegó a Colombia cuando la Federación Nacional de Cafeteros se interesó en obtener información cuantitativa "que permitiera un mejor análisis" de los datos y "de la interpretación de los resultados", explicó Posada.
En 2006 el dispositivo empezó a ser aplicado a muestras de café de consumo nacional y en 2009 se usó por primera vez, de manera experimental, con el fin de definir cuál es el grano apto para la exportación.
Como resultado, desde el año pasado, todo el café de exportación se examina en Colombia a través de dispositivos de este tipo instalados en los puertos de Santa Marta y Cartagena, en el Caribe, y Buenaventura, en el Pacífico, las puertas de salida del producto al resto del mundo.
Antes, el café colombiano era certificado únicamente por catadores especializados o baristas, quienes daban el visto bueno a un producto libre de defectos, no reposado, sin fermentos, ni presencia de químicos externos y con un bajo índice de pasillas o granos defectuosos.
El espectroscopio se ha convertido de esta manera en "una herramienta de apoyo" para los catadores, "porque a veces los volúmenes de exportación son altos", afirmó Pérez.
El analista de calidades de Almacafé afirmó que Colombia es el primer país, seguido de Brasil, en obtener resultados cuantitativos en este campo y disponer de una base de datos con las características que permiten determinar las cualidades del café.
Del almacenamiento de esta información se encargan Cenicafé y Almacafé, que trabajan actualmente en la clasificación por origen regional.
Colombia es un país tradicionalmente productor de café, aunque en los última década ha visto cómo otras naciones le han tomado la delantera; por eso trabaja en la certificación para mantener el nivel de calidad que siempre le caracterizó y así garantizar sus exportaciones.
La Organización Internacional del Café (OIC) estima que la producción cafetera global este año será de 144,5 millones de sacos, de los que diez millones serán de grano cultivado en Colombia, el cuarto productor mundial por detrás de Brasil, Vietnam e Indonesia. COLOMBIA.INN
Daniela García Lara
Esto ha sido posible gracias al trabajo conjunto de la Federación Nacional de Cafeteros, el Centro Nacional de Investigación del Café (Cenicafé) y Almacafé, sociedad encargada de la operación logística que comprende almacenamiento, aduana, distribución y embalaje.
Y para ello se ha utilizado un instrumento denominado "Espectroscopio Infrarrojo Cercano", una especie de escáner por el que se obtiene una huella dactilar del grano que contiene la suma de todas sus propiedades.
Los investigadores han logrado así "analizar el grano sin destruir la muestra", afirmó a Colombia.inn, agencia operada por Efe, Néstor Pérez, químico analista de calidades de Almacafé.
Regiones como Cauca, Huila y Nariño, en el suroeste del país, ya han obtenido la certificación de origen regional; y actualmente trabajan con el café del departamento Santander, en el noreste de Colombia.
Esos análisis distinguen aspectos como cambios de la composición química del grano dependiendo de la región productora, que se observan cuando la muestra pasa por el escáner.
La huella dactilar o espectral se obtiene por medio de la toma de siete fotografías de una muestra de café en grano compuesta por 100 gramos del producto.
Y ese espectro contiene información sobre el clima, temperatura, humedad relativa y brillo solar bajo los cuales el café ha sido cultivado, explicó a Colombia.inn, Uber Posada, investigador de Cenicafé.
Esta tecnología, aplicada previamente en otros países a productos como cereales y lácteos, llegó a Colombia cuando la Federación Nacional de Cafeteros se interesó en obtener información cuantitativa "que permitiera un mejor análisis" de los datos y "de la interpretación de los resultados", explicó Posada.
En 2006 el dispositivo empezó a ser aplicado a muestras de café de consumo nacional y en 2009 se usó por primera vez, de manera experimental, con el fin de definir cuál es el grano apto para la exportación.
Como resultado, desde el año pasado, todo el café de exportación se examina en Colombia a través de dispositivos de este tipo instalados en los puertos de Santa Marta y Cartagena, en el Caribe, y Buenaventura, en el Pacífico, las puertas de salida del producto al resto del mundo.
Antes, el café colombiano era certificado únicamente por catadores especializados o baristas, quienes daban el visto bueno a un producto libre de defectos, no reposado, sin fermentos, ni presencia de químicos externos y con un bajo índice de pasillas o granos defectuosos.
El espectroscopio se ha convertido de esta manera en "una herramienta de apoyo" para los catadores, "porque a veces los volúmenes de exportación son altos", afirmó Pérez.
El analista de calidades de Almacafé afirmó que Colombia es el primer país, seguido de Brasil, en obtener resultados cuantitativos en este campo y disponer de una base de datos con las características que permiten determinar las cualidades del café.
Del almacenamiento de esta información se encargan Cenicafé y Almacafé, que trabajan actualmente en la clasificación por origen regional.
Colombia es un país tradicionalmente productor de café, aunque en los última década ha visto cómo otras naciones le han tomado la delantera; por eso trabaja en la certificación para mantener el nivel de calidad que siempre le caracterizó y así garantizar sus exportaciones.
La Organización Internacional del Café (OIC) estima que la producción cafetera global este año será de 144,5 millones de sacos, de los que diez millones serán de grano cultivado en Colombia, el cuarto productor mundial por detrás de Brasil, Vietnam e Indonesia. COLOMBIA.INN
Daniela García Lara
Granja Colombiana de Cultivo de Cafe
La historia del Café de Colombia comienza en el vivero, donde miles de granos cuidadosamente seleccionados son plantados. Los granos son sembrados cerca los unos de los otros y cubiertos con tierra rica y fértil.
Unas ocho semanas más tarde, las semillas germinan y las raíces se desarrollan. Las plantas más saludables son seleccionadas y transplantadas en el vivero, donde se las nutre cuidadosamente durante seis meses. Cuando los brotes alcanzan una altura de aproximadamente dos pies, son transplantados a la plantación, donde se los cultiva con cuidado.
Para alcanzar su mayor tamaño y florecer, un árbol de café necesita entre tres y cuatro años. Seis meses más tarde aparece el primer fruto. El árbol de café tiene características únicas. Los frutos maduran al mismo tiempo que las flores. Cada árbol de café produce una libra (455 gramos) de café en un año.
Procesamiento
Cuando las cerezas alcanzan un color rojo intenso, están listas para ser cosechadas. Es en ese momento cuando se cosecha cada cereza individualmente. Cuando el granjero termina de cosechar todas las cerezas del árbol, éstas son puestas en sacos y luego transportadas en burros o mulas.
Las cerezas son luego procesadas en el único medio mecánico que disponen los granjeros: la máquina despulpadora. Esta máquina separa la pulpa de las semillas que se encuentran en el centro de cada cereza.
Los dos granos que se encuentran en cada cereza son planos en un lado y redondeados en el otro. La pulpa o cobertura roja es devuelta al suelo para ser utilizada como abono, mientras que los granos, aún envueltos en una dura cáscara apergaminada, son puestos en enormes tanques de concreto. Aquí se colocan en remojo en agua fría de montaña durante 24 horas. El remojo provoca una suave fermentación, vital para el aroma del café.
Los granos son lavados cuidadosamente en largas piletas de concreto. Allí se descartan ramas, suciedad y granos de baja calidad. A diferencia de granos de otros orígenes, el Café de Colombia es café "lavado", lo que le otorga al Café de Colombia su rico sabor y aroma.
Cuando culmina el proceso de lavado, los granos deben ser secados. Para ello, son recogidos y puestos en grandes canastas de mimbre. Luego son esparcidos en grandes terrazas al aire libre, donde son dados vuelta una y otra vez hasta que el sol y el aire los seca por completo. Es necesario cubrir los granos cuando llueve y durante la noche.
Control de calidad
Otro aspecto que hace al Café de Colombia tan único es el alto nivel de las normas de control de calidad del país. Comienza en las granjas, donde La Federación Nacional de Cafeteros de Colombia envía inspectores oficiales para inspeccionar cada granja para verificar las condiciones sanitarias, la salud de los árboles y la calidad de cada cosecha. El inspector verifica que los granos han sido lavados correctamente. Examina el buen tamaño de los granos, color, textura y calidad en general. Comienza la examinación final removiendo la cáscara para dejar el grano al descubierto. Luego corta el grano por la mitad con un cuchillo afilado. Si no hay demasiada humedad en el grano, las mitades no saldrán despedidas. Si el grano está demasiado seco, las mitades se separarán demasiado rápido, pero si el proceso de secado fue correcto, el inspector autorizará al granjero a llevar su cosecha al mercado. Los granos son puestos en sacos de arpillera y cargados en jeeps. En algunas regiones, las mulas son aún importantes medios de transporte para llevar los granos desde las granjas hacia el mercado.
En el mercado, la cosecha del granjero es examinada nuevamente por el comprador. Su asistente agujerea los sacos al azar, tomando pequeñas muestras de café para introducirlas en una pequeña máquina que remueve la cáscara de los granos. El comprador los revisa para comprobar el aroma, color, tamaño, humedad y textura. Sólo las mejores cosechas son vendidas y distribuidas para exportación.
Los granos son luego llevados al molino, donde son introducidos en máquinas que les quitan la cáscara apergaminada y plateada que envuelve a cada grano. Los granos son sometidos a varios procesos, en los cuales son separados de todas las impurezas y seleccionados por tamaño, forma y peso.
www.colombia.com
Video producido por - Juan Gonzalo Angel
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jueves, 23 de julio de 2015
LLEGADA DEL CAFÉ A COLOMBIA
Existen muchas versiones del origen del café en Colombia.
Algunas dicen que llegó vía Venezuela, mientras que otras especulan que provino de los países de Centro América.
La versión más fuerte es la que describe el sacerdote Jose Gumilla en su libro "El Orinoco Ilustrado" . El padre Gumilla dice que la planta fue sembrada en Santa Teresa de Tabage, población fundada por la Misión Jesuita, localizada entre el río Meta y el río Orinoco
En 1736, las semillas fueron llevadas a Popayán, y se plantaron en un monasterio local.
Desde este entonces existen muchos documentos que hacen referencia a que el café fue plantado en varias áreas del país y como rápidamente creció y floreció.
Sólo fue en 1835 que tuvo lugar la primera producción comercial de café. Los registros muestran que los primeros 60 Kg de café fueron exportados desde Colombia en esa época. Los primeros cultivos de café crecieron en la zona oeste del país, en "Los Santanderes". En los Santanderes ( Norte de Santander y Santander ) se dice que un sacerdote de nombre Francisco Romero imponía los peregrinos pecadores la penitencia de sembrar una planta de café. Desde que Fr. Romero fue el sacerdote, en más de una congregación se difundió esta tradición, por esta razón a este sacerdote se le atribuye la difusión del cultivo del café en esta zona del país.
Desde 1850 los dueños de los cultivos se encargaron de difundirlos a otras regiones del país. La difusión del café se facilitó mucho entre 1874 y 1900 después de la construcción de el "Ferrocarril de Antioquia" , esto hizo mucho más fácil para los productores de café el transportar sus cultivos a través del país.
La riqueza Colombiana ayudó mucho al progreso y crecimiento del café, así como a la difusión del café a través del país, pero este solo fue uno de los elementos que hicieron a Colombia abarcar la producción de café al grado que tuvo desde 1800 ´. El país estuvo buscando siempre un producto que pudiera proveer un nivel de ingresos para soportar la economía y ayudara a su desarrollo. Por otro lado el proceso del café ofreció la posibilidad de una familia de negocios prospera que podía crear muchos empleos.
Historia del Café
En el inicio de toda empresa humana que ha tenido importancia hay una leyenda.
El origen del café no ha sido una excepción. Una leyenda, conocida por musulmanes y cristianos, habla de que en una ocasión en que el Profeta estaba enfermo, el ángel Gabriel le devolvió la salud y la fuerza viril, ofreciéndole una bebida negra como la gran Piedra Negra que hay en La Meca.
Como esta leyenda corren otras muchas que subrayan la importancia que se le ha atribuido al café a lo largo de la historia humana.
Lo que parece cierto es que el café se empezó a consumir en las altiplanicies de Abisinia, donde crecía en forma silvestre su modalidad llamada Arábica.
De Etiopía pasó a Arabia y a la India, probablemente a través de peregrinos musulmanes que viajaban a La Meca, ya que las rutas de peregrinación fueron al mismo tiempo, durante siglos, grandes rutas comerciales.
Pero los grandes propagadores del café fueron los holandeses, que explotaron grandes plantaciones del mismo en sus colonias de Ceilán e Indonesia.
Ellos fueron los importadores del cafeto y quienes lo aclimataron en los jardines botánicos de Ámsterdam, Paris y Londres, desde donde pasó a la Guayana holandesa, al Brasil, a Centroamérica y a otros muchos países. Gracias a lo cual en tres siglos esta infusión ha pasado de ser casi desconocida a convertirse en una bebida universal que Bach, Balzac, Beethoven, Goldoni, Napoleón, Rossini, Voltaire y otros muchos personajes de la historia han consumido en grandes cantidades y elogiado desmesuradamente.
La historia del café se remonta al siglo XIII, aunque el origen del café sigue sin esclarecerse. Se cree que los ancestros etíopes del actual pueblo oromo fueron los primeros en descubrir y reconocer el efecto energizante de los granos de la planta del café;1 sin embargo, no se ha hallado evidencia directa que indique en qué parte de África crecía o qué nativos lo habrían usado como un estimulante o incluso conocieran su existencia antes del siglo XVII.
La historia de Kaldi, un criador de cabras etíope del siglo IX que habría descubierto el café, no apareció escrita hasta 1671 y es probablemente apócrifa.
Se cree que, desde Etiopía, el café fue propagado a Egipto y Yemen.
La evidencia creíble más temprana de cualquier bebida de café o conocimiento del árbol del café aparece a mediados del siglo XV, en los monasterios sufi de Yemen.
Fue allí, en Arabia, donde los granos de café fueron tostados y molidos por primera vez en una forma similar a como son preparados en la actualidad. Para el siglo XVI, se había expandido por el resto del Medio Oriente, Persia, Turquía y África del Norte. Luego, el café se extendió a Italia y el resto de Europa hasta Indonesia y el continente americano.
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